LA MAGIA DE LA PALABRA
La palabra es ese pequeño sonido por el cual intentamos hacer sentir o pensar al lector o al escucha; pero ella no significa más que lo que en cada caso representa para el que la pronuncia y para el que la escucha o lee. Esa significación estará directamente ligada al entorno, es decir, una misma palabra nos llevará a tal o cual pensamiento de acuerdo a sus compañeras en la frase. De ahí, que la belleza o perfección de un texto no estás sólo en cada palabra utilizada, sino en la artística trabazón que esta tenga con las compañeras. La belleza o la profundidad resultan de esa trabazón, de ese entretejido que logremos en la expresión. No dependerá que busquemos hermosas palabras, pues no es su sonido aislado, sino la cadencia dentro de la frase lo que dará sentido al pensamiento.
"El sentido de la palabra - según Marousea puede ser más que aproximativo, como nuestro propio pensamiento. La lengua es, además, una construcción imperfecta, muy insuficiente para nuestra necesidades; el material de las palabras resulta impotente para expresar todos los aspectos del pensamiento, del sentimiento, de la imaginación."
De ahí, que el diccionario, con toda su riqueza, aproximadamente ochenta y cuatro mil vocablos, de los cuales utilizamos, normalmente, aproximadamente, setecientos cincuenta, no sea más que un cementerio de palabras muertas. Es tarea del escritor dar vida a esas palabras, convertir esos cadáveres en seres llenos de vida, de significación y sentido. Y eso lo lograremos aprendiendo la unión de cada una con otras que le den la vida que pretendemos comunicar. Allí justamente estriba el poder mágico de la palabra, sobre todo en poesía, donde cada verso, y no cada palabra, se nos presente como decía Ortega como: "un poco de aire estremecido que, desde la madrugada confusa del Génesis, tiene poder de creación."
Tratemos de ejemplarizar en esta afirmación; comencemos tomando palabras sueltas: "aire"-"madrugada"-"Génesis".Cada una de ellas, de por sí, nos da una idea donde su significación aunque no difiera del pensamiento expresado, no es exactamente el significado del pensamiento final. Agreguemos a "aire","un poco de aire estremecido",hablamos entonces de algo más particular, de ese poco de aire estremecido que no es la idea de aire, es la de un aire con una característica especial, y que dirige el pensamiento del lector hacia una concreta idea del autor. Luego "madrugada" y "Génesis", cada una con su significado particular, dichas solas sin ningún acompañamiento, así como la frase "un poco de aire estremecido"; pero cuando creamos la unión de todas ellas:"un poco de aire estremecido que, desde la madrugada confusa del Génesis, tiene poder de creación",nuestro pensamiento logrará la imagen que Ortega quiso trasmitirnos.
No hemos ejemplarizado con ningún pensamiento poético, pero busquemos en la poesía esa significación de la palabra, con una frase sencilla dicha por Federico García Lorca en el poema "La cogida y la muerte":
"a las cinco de la tarde " - solamente dicha así tiene una connotación
Específica de una hora en un momento del día, pero...esas cinco de la tarde acompañada con el resto del texto toman otras connotaciones: eran las terribles cinco de la tarde; eran las cinco en sombra de la tarde..."
Como escribió Keats:"Sólo la poesía puede decir sus sueños; sólo con el hechizo de las palabras puede salvar la imaginación de la oscura cadena y el mudo encantamiento".La magia, el encantamiento de la palabra dependerá entonces del relacionamiento con las otras palabras utilizadas que serán quienes darán su significado real de acuerdo a nuestro pensamiento. Allí es donde debemos librar nuestra lucha con el lenguaje y vencerlo; para ello necesitaremos estudiar, trabajar, leer a quienes vencieron al lenguaje con expresiones que permanecieron venciendo también al tiempo.
Recordemos lo expresado por Ortega y Gasset en "El hombre y la gente":
"En el diccionario las palabras son posibles significaciones, pero no dicen nada...Las palabras no son palabras, sino cuando son dichas por alguien...La significación que el diccionario atribuye a cada vocablo es sólo el esqueleto de sus efectivas significaciones, siempre más distintas o nuevas, que en el fluir nunca quieto, siempre variante del hablar ponen a ese esqueleto la carne de un correcto sentido"
"La palabra no es palabra dentro de la boca del que la pronuncia, sino en el oído de quien la escucha..."
La copla de Antonio Machado acaso expresa esto mismo:
"Dicen que el hombre no es hombre
Mientras que no oye su nombre
de labios de una mujer.
Puede ser."
El escritor tiene que conocer las palabras, ya que ellas son su herramienta de trabajo; pero esto es sólo una parte de la ciencia del lenguaje. Escribir es un arte y el gran arte de escribir consiste en dar a entender muchas, muchísimas cosas a mucha, muchísima gente, con las menos palabras posibles. Y entonces, según el giro y el "tono" que se les dé a esas pocas palabras, cuánto significado se expresa con ellas!...;nos decía Noel Clarasé. "La palabra no expresa una idea, sino una realidad mediante una idea." Pero debemos cuidarnos de las palabras ambiguas, pues como dice Jevons: "son pocos los términos que tienen sentido claro y un sólo significado...
Cuanto más se estudian las sutiles diferencias y matices en el significado de las palabras, más se convence uno de la peligrosa dualidad de los instrumentos de los cuales nos valemos para razonar y comunicarnos con los demás".
Por eso cuando nos decidimos a escribir nos debemos cuidar mucho de la utilización de cada palabra, pero no olvidar que se escribe con palabras, frases, oraciones; que la verdadera unidad real del lenguaje para el escritor es la palabra en la frase; y ésta en el contexto expresivo.
Veamos una breve poesía donde se unen las palabras para darnos la imagen de un hombre ciego, sin expresar en ningún momento esa condición específicamente:
El bastón tanteaba suelos,
la mirada cerrada en la oscuridad.
Los negros, distintos,
Uno sólo en la nocheterna.
Sólo la voz de los sonidos,
La melodía sin fin...y
La soledad,
Compañera de sombras
Del hombre sin sombras.
En este poema el autor, no sólo intentó presentar una imagen con palabras que cada una de por sí no ajustan a un hombre ciego, sino que se tomó la libertad de utilizar una palabra: "nocheterna" que no existe en ningún diccionario, pero que su sonido, dentro del contexto, nos resulta muy claro, y elocuente. El poeta tiene la libertad de inventar palabras y para ello deberá cuidar que no distraer la atención del lector o el escucha, ni que el mismo se encuentre perdido en el texto con una expresión desconocida y acaso que disturbe su entendimiento.
William Burroughs dirá: La Palabra, o el tropel de palabras "saltará sobre ti con las garras de acero del hombre leopardo, cara, dedos y talones como un oportunista cangrejo de tierra, te colgará y no te dejará en paz como un perro comprensivo, se enroscará alrededor de tus muslos como una serpiente venenosa y te inyectará una dosis cargada de ectoplasma rancio". La Palabra es en definitiva una fuente de energía.
Así debemos tomarla y lograr con ella arrancar desde el fondo de los sentimientos del lector conseguir el registro directo, emotivo, de esas áreas del proceso psíquico que encauce una comunicación que sobrepase el mero significado de un entretenimiento, aún en un texto de entretenimiento exigiremos que la mente del lector no piense en palabras sino en
Bloques de asociación de ideas, de significados que vayan más allá de las palabras.
PEDRO RECIUTTI, PRESIDENTE DE GRUPO ERATO ERATO
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