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sábado, 9 de julio de 2011

HISTORIA PARA REFLEXIONAR = SABIDURIA A TU CONCIENCIA

Qué está conduciendo nuestra vida

La vida de cada uno de nosotros es conducida por algo. La mayoría de los diccionarios definen el verbo conducir como "guiar, controlar, dirigir."Cuando conduce un auto, o una orquesta o una investigación usted está guiando, controlando y dirigiendo eso en ese momento. ¿Cuál es la fuerza que conduce su vida?

     Puede que en este momento lo esté conduciendo un problema, una presión o una fecha tope. Puede que lo esté conduciendo una memoria dolorosa, un miedo espantador o una creencia inconsciente. Hay cientos de circunstancias, valores y emociones que pueden conducir su vida. Aquí tiene tres de las fuerzas más comunes:

     Muchas personas son conducidas por la culpa. Se pasan toda su vida huyendo de sus remordimientos y escondiendo su vergüenza. Las personas conducidas por la culpabilidad son manipuladas por sus memorias. Permiten que su pasado controle su futuro. Muy a menudo inconscientemente se castigan a sí mismas al sabotear su propio éxito. Cuando Caín pecó, su culpa lo desconectó de la presencia de Dios y Dios le dijo, "Serás un inquieto vagabundo sobre la tierra." Esto describe a la mayoría de la gente de hoy – vagabundean por la vida sin un propósito.

     Somos productos de nuestro pasado, pero no tenemos que ser sus prisioneros. El propósito de Dios no es limitado por su pasado. El transformó a un asesino llamado Moisés en un líder y a un cobarde llamado Gedeón en un valiente héroe, y El también puede hacer cosas maravillosas con el resto de su vida. Dios se especializa en darles a las personas un nuevo comienzo. La Biblia dice, "¡Que felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada!... (Salmos 32:1). Que alivio para aquellos que han confesado sus pecados y a los cuales Dios les ha limpiado su expediente."

     Muchas personas son conducidas por el resentimiento y el enojo. Se aferran a sus

heridas y nunca logran superarlas. En lugar de librarse del dolor que sienten por medio del perdón, lo repiten una y otra vez en sus imaginaciones. Algunas personas que son conducidas por el resentimiento se "cierran" e internalizan su enojo, mientras que otras se "inflan" y explotan cuando están con otros. Ambas reacciones son nocivas e inútiles.

     El resentimiento siempre lo daña a usted más que a la persona que resiente. Mientras que el que lo ofendió probablemente olvidó la ofensa y siguió con su vida, usted continúa ardiendo en su dolor, perpetuando el pasado.

     Escuche: los que lo han herido en el pasado no pueden continuar hiriéndolo en el presente a menos que se aferre al dolor a través del resentimiento. ¡Su pasado ya pasó! Nada lo puede cambiar. Sólo se está haciendo daño a usted mismo con su amargura. Por su propio bien, aprenda de su herida y déjela ir.

     Muchas personas son conducidas por el temor. El temor puede haber sido el resultado de una experiencia traumática, de expectaciones irrazonables, de haber crecido en un hogar de extremo control e incluso de una predisposición genética. No importa cuál haya sido la causa, las personas que son conducidas por el temor a menudo se pierden de grandes oportunidades porque sienten miedo de arriesgarse. Y en lugar de arriesgarse, siempre hacen lo seguro, evitan los riesgos y tratan de mantener el status quo. El temor es una prisión en la que usted mismo se mete, que le impedirá llegar a ser lo que Dios tiene intenciones que sea. Tiene que moverse en contra del temor con las armas de la fe y el amor.

     Existen grandes beneficios de vivir una vida conducida por propósitos. Conocer su propósito le da significado a su vida. Fuimos creados para tener significado. Y eso comienza con Dios.

 

Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;

ÉL nos guiará aun más allá de la muerte.

Salmos 48:14

 

Tomado del libro vida con propósito

Autor: Rick Warren

 

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